Las redes de pesca industrial se llevan su alimento y el de sus crías, pero ella no puede hacer nada. Es una pelea desigual e injusta. Los animales de la Antártica no solo ya sufren las consecuencias del cambio climático, sino que ahora tienen que luchar por su subsistencia. Y esto no es un cuento, está pasando ahora.

Ellos te necesitan hoy, no hay más tiempo.

Firma para evitar que los pesqueros les sigan robando su comida.

La pesca industrial está apoderándose del krill, un pequeño crustáceo parecido al camarón utilizado para fabricar suplementos dietarios. El problema es que los pingüinos, ballenas, focas y toda la fauna que vive en la Antártica lo necesita para alimentarse. Para darte un ejemplo, la ballena azul come hasta 4 mil kilos de krill por día. Pero las redes de pesca no se llevan solo a este diminuto animal, son como una aspiradora que arrasa con todo lo que encuentra en el mar.

Hay una única manera de impedirlo: crear un santuario que proteja estas aguas. De esta forma, ningún barco pesquero podría ingresar a la zona. Y este año, tenemos una oportunidad histórica para conseguirlo. Un representante de Chile integra la Comisión del Océano Antártico que se reunirá en octubre para decidir si apoya o no la creación del santuario.

No dejes que los animales de la Antártica se queden sin alimento. Ellos no pueden pedir que defiendan su hábitat, pero nosotros sí. 

Suma tu firma ahora.

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