Por sanidad mental, el deporte debe volver ahora”. Expresa el deportista Ramón Navarro a la espera que el Surf retorne lo antes posible, parece que “Salir a trotar parece irresponsable, pero ir al mall no”.
Ramón Navarro es uno de los más destacados surfistas de Chile. Hijo de pescador, se inició en la disciplina cuando apenas tenía doce años, por lo que su vida siempre ha estado ligada al océano. Debido a esto, la cuarentena por causa del coronavirus lo golpeó fuerte. Hace más de un mes que no puede ingresar al mar a practicar lo que, además, significa su sustento.
“Estamos en una crisis. Todos los surfistas necesitamos aprovechar la temporada de olas grandes, para realizar fotos y videos y así nutrir a los auspiciadores por algunos meses. Lo primero que se corta en las grandes empresas es el presupuesto de marketing y nosotros nos hemos visto perjudicados”, señala.
Así, siguiendo los ejemplos de naciones como Tahití y España, que reabrirán gradualmente sus playas para los deportistas, elaboró un plan que, espera, se logre implementar en nuestro país.
¿Cómo ha vivido la cuarentena en Pichilemu?
R: Acá la realidad es bien diferente a las grandes ciudades. Igual se puede salir a caminar, porque es un pueblo muy abierto y, en esta época sobre todo, hay muy poca gente. No es un encierro total, pero ha sido distinto. Para un deportista, todos los programas de entrenamiento son en casa, no hay lugares para ejercitarse, la rutina de gimnasio ahora es en casa… harta bicicleta sobre todo. Y yo soy papá también, entonces tengo que mezclar los tiempos. Es diferente pero cuesta igual. Nuestro deporte, aparte, depende de cómo estén las olas del mar y, en este tiempo, verlas en esas condiciones y no poder hacer surf, es difícil. Finalmente, es un tema mental fuerte.
¿Cómo ha sido estar tanto tiempo sin poder practicar surf, un deporte que, en este caso, además de su trabajo significa gran parte de su vida?
R: Soy una persona de mar, hijo de pescador, entonces, es lo mismo que a un pescador le quiten el mar. No solo es mi sustento, sino que también es mi estilo de vida. Y cuando tienes esta pasión tan grande por deportes al aire libre no hay un reemplazo. Pero también se abren otras posibilidades, quizá el yoga, ejercicios en casa, terminar labores de hogar también, de esas que uno dice: “algún día las haré”.
En sus redes sociales se mostró de acuerdo con la reapertura de parques y reservas nacionales de la Conaf, ¿cuáles son sus argumentos para eso?
R: Creo que es súper positivo, porque está más que comprobado que manteniendo las medidas de distanciamiento, estar al aire libre hace muy bien para la salud física y mental. Y mientras más sano esté tu cuerpo, más preparado estarás para enfrentar un virus.
Yo lo puedo ver en mí, o en mi papá, que está sin ir a la playa unas semanas y se vuelve loco. O mi abuelo, que murió postrado y, por no hacer pesca, su salud se fue deteriorando cada vez más. También hay un tema de desinformación, de temor. Hay una mezcla rara de irresponsabilidad con salud, que no se entiende muy bien. Hay gente que piensa que salir a trotar es irresponsable, pero puedes seguir yendo al banco, al supermercado, o ahora a los malls. Falta un poquito de unión en ese tipo de información.
Y en el surf, ¿qué le parece la decisión que tomó España, por ejemplo, de permitir a los surfistas volver a practicar?
R: Tengo varios amigos de allá, ellos llevan 45 días sin poder meterse al agua, y hace un par de días recién esto cambió. Con varias prohibiciones obviamente, como tiene que ser. Ellos tienen un kilómetro para movilizarse, es decir, solo si viven a esa distancia o menos pueden ir a la playa. Además, es solo para residentes. Es una medida súper buena, porque, como te digo, por un tema de sanidad mental es saludable que la gente vuelva a practicar deporte ahora.
¿Cuál es la propuesta de ustedes para volver a surfear?
R: Se basa en varios puntos específicos y, como tú dices, es una propuesta, no soy el dueño de la verdad. Algunos aspectos son el tema de la distancia social dentro y fuera del agua, distancia en estacionamientos, que sea solo para residentes, y no difundir nada en redes sociales. También, no compartir en las playas, y que no haya más de 20 personas en el agua. Estas medidas, de las que se habla mucho en lugares con tradición en el surf como Australia o Hawái, está pensada para pueblos pequeños igual. Nosotros tenemos 13 kilómetros de costa y podemos repartirla para evitar problemas. Hay gente que dice: “para eso abramos los estadios de fútbol o de otros deportes también”, lo que no tiene mucho sentido, teniendo en cuenta que en esos deportes el contacto físico es mucho mayor.
Sobre el tema de las redes sociales, imagino que es importante porque, de lo contrario, se podría fomentar la llegada de más turistas a Pichilemu, que malentiendan el tema…
R: Sí, esa es una cosa. Pero el resguardo tiene que ver mucho más con las autoridades. Si los controles sanitarios están bien hechos, solo incentivas una comunidad más sana. El gran trabajo lo tienen las autoridades. Nosotros, incluso, fuimos los que pedimos los cierres de las playas en Pichilemu, porque no queríamos más turistas en Semana Santa.
Una vez que vuelva el surf, si es que pasa, ¿qué es lo próximo?
R: Por ahora es todo muy incierto, y a nivel de cualquier deporte, en realidad. No hay calendario, no hay fechas, nada. Hay una crisis en el surf. A veces, acá me miran como si fuese millonario jajajá, y no es así. Esto no es el fútbol de Europa, ni el golf, ni el tenis. Es complejo, porque lo primero que se corta en las grandes empresas es el presupuesto en marketing, y nosotros nos hemos visto perjudicados. Por ahora, nos interesa retomar el surf lo antes posible, para hacer olas grandes, de las que no hay muchas tampoco, o sea, son diez días y se acaba. Pero con eso podemos preparar fotos y videos y así nutrir a los auspiciadores por varios meses, por lo menos.