“Desde que comencé a practicar kayak, siempre entrené pensando en metas grandes, pensando en que algún día voy a hacer desafíos muy grandes, pero específicamente pensando en Puma fue alrededor de un año de preparación”, calcula David Toro, que muestra sus logros en Instagram, en la cuenta @davitokayak.

“Esta preparación es física y mentalmente. Viajé a lo largo de todo Chile buscando las mejores cascadas, los mejores ríos y a la vez entrenando mucho físicamente, mucho abdominal, mucho salir a correr y preparar la mente para un desafío como este”, especifica.

No es para menos, ya que la cascada del Puma tiene una altura de 35 metros y es considerado una de las más difíciles. El mismo deportista lo explica: “Los ríos se catalogan en una dificultad del 1 al 6, donde clase 1 sería algo muy fácil y 6 sería algo imposible de remar, con peligro extremo y no es navegable”.

Entonces, ¿Cuál es la dificultad de esta cascada? “La dificultad de esta cascada es 5+, es como el tope. En chile ningún chileno había realizado una cascada tan alta. Fui el primero y esta cascada tiene dificultad no solo por su altura. Previo a la cascada las corrientes que tiene son muy complicadas, de todas partes entran corrientes que te pueden cambiar la dirección de tu kayak. Tiene una línea única, solo por el centro”, complementa el deportista.

Lo que viene

El futaleufuense, que destaca también en ciclismo, entre otros deportes, sabe que en su carrera hay muchas personas que han sido importantes y lo reconoce con orgullo.

“Está toda mi familia atrás y para este proyecto en especifico conté con un equipo que era un encargado de seguridad, uno de cinematografía y dos encargados de las fotografías. Fue un equipo como de 8-9 personas. Me costeé todo el viaje con ayuda de mi familia, fue un desafío personal”, agradece.

Sobre sus proyectos futuros, quiere seguir haciendo historia, aunque reconoce que por ahora está enfocado en disfrutar.

“Estamos tratando de saborear lo que fue saltar de buena manera y lograr este resultado, el próximo desafío podría ser en México…”, adelanta, aunque aclara que por ahora es solo un deseo. “No hay nada definido aún”, recalca. Claro, todavía continúa la satisfacción de haber sido el primer chileno en saltar una cascada de las dimensiones de la del Puma.

“Creo que ningún premio o trofeo me entregarían lo que me da estar abajo de ese monstruo, mirarlo y decir ‘te superé’. Afortunadamente todo salió tal como lo había planeado”, finaliza.